sábado, 19 de julio de 2008

Maximínimo

No siempre somos poderoso caudal
pero sí humildes afluentes tributarios,
magros hilos húmedos.
Si no hay egoísmo,
este humilde acto
es lo más grandioso de la vida.
Tan necesario como el
vacío de la ventana,
o el aire en los pulmones,
el querer para el hacer,
la potencia en el acto
no realizado.
Lo menos no es tal
para lo más,
mucho importa la cuerda
en el arco para la flecha.
En ocasiones lo relevante es
la fórmula,
no el resultado,
la mano que dice adios
no la separación.
Eventualmente,
el hipócrita silencio
cuando el sollozo
se muda en blanca sonrisa.
Nada es injusto en la vida,
todo es simple y frío
equilibrio existencial.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi tercer intento.
Seguiré leyendo. Me gustan tus escritos. Hasta pronto.

Anónimo dijo...

Es uno de los más hermosos poemas que he leído en mucho tiempo. Cuando me apura la desgana entro en el blog y leo el poema. Qué hallazgo amigo! Gracias por compartir tu obra.

José Manuel Villagómez Cadena dijo...

Mi dilecto anónimo, con tus comentarios harás que pierda el piso y la humildad. En verdad aprecio mucho tu comentario y me anima a esforzarme a hacer mejor las cosas. Un abrazo forte

Anónimo dijo...

De nuevo el Otoño. Acercamiento a sus letras. Releer un hermoso poema "Maximínimo". Adelante, adelante amigo. Sigamos gozando de estos momentos únicos que nos proporciona en su blog.