miércoles, 31 de enero de 2007

MI NOMBRE

Me gusta mi nombre porque tú lo dices
es como si lo besaras letra por letra
y aspirases el silencio existente
entre cada una de ellas,
al arroparlas con tu aliento
y los destellos del sol de tu voz.

Tal vez fue la forma en que me viste
la manera como lo dijiste,
parece que lo rezas
de pensamiento palabra y obra
palomas en tu boca
Dios cuando lo nombras.



También es lindo cuando lo callas
lo haces oír de mil maneras
en sueños cuando duermo
y en vigilia cuando sueño.


Dilo mil veces
el aire es cómplice tuyo
ósculo de un eco
rayo hecho flor.


Desde entonces
ya no es el mismo
es diferente
pero idéntico
a como se oye
mi nueva fe de bautismo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece un obra de gran sencillez y ternura. No se me había ocurrido que cuando alguien a quien se ama, pronuncia el nombre del otro, tuviese esa capacidad de generar esa respuesta afectiva, el de valorar como un premio o tesoro el nombre propio escuchado en otros labios.